Cementerio de Bell Lloch

Cuando circulamos por  una pequeña carretera Sitjar antes de encontrarnos con el cementerio de Bell Lloch, nos encontramos con un pequeño pinar, a continuación una placita asfaltada y unos bancos de herrería.

 La fachada del campo santo, es de sencillo ladrillo visto de color blanco, destacan las dos puertas que hay en su valla de forja con barrotes  en gris azulado. Su perímetro se encuentra en dos alturas que diferencian la parte nueva de la antigua.

Ya dentro del cementerio de Bell Lloch nos sorprende la cantidad de vegetación que hay en su interior, como una ampliación del bosquecillo de fuera entre pinos y cipreses, bancos de piedra y piedras decorando el suelo de los pinos. Entre todo ello los nichos que se encuentran alrededor del recinto.

Esta necrópolis se adapta al terreno  y está dividido en parcelas a diferentes alturas entre la  vegetación se encuentran algunas sepulturas con lápidas y cruces de piedra, aunque también podemos encontrar algunas cruces de forja.

Los nichos se ubican  alrededor del perímetro,  paredes a cuatro altura, algunos de ellos son panteones familiares, las losas que los cierran son de diferentes tamaños dependiendo del número de cuerpos que reposen en ellos.

En uno de los laterales del cementerio se conserva la primera entrada de este una arcada de piedra de 1862. Que con las ampliaciones y remodelaciones ya no tiene uso y queda como monumento a lo que fue.

Fotografías cedidas por : Anvirey. 

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