Cementerio de La Florida, Madrid

El Cementerio de La Florida es uno de los cementerios menos conocidos por los madrileños. De hecho sólo abre sus puertas dos días al año, el 2 y 3 de Mayo para conmemorar a los fusilados en el monte de Príncipe Pío la noche del 3 de Mayo, noche por todos conocida gracias al cuadro de Goya.

Después de la construcción de La Almudena, el que existieran cementerios privados era algo abocado a desaparecer, pero el cementerio de La Florida fue expresamente requerido por la reina Isabel II para que se siguiera conservando y no desapareciera.

En 1869 el rey Felipe V crea una fuerza que se llama Milicia Nacional para suplir la ausencia en las ciudades del ejército español, que estaba luchando en el extranjero.

Este cementerio es parte de una finca particular del rey Carlos IV, se crea en 1792 y los trabajadores de palacio tienen el privilegio de poder ser sepultados en este cementerio junto a sus familiares. Cuando el 2 de Mayo de 1808 se produce el levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses, una pequeña parte de las víctimas de la represión que se produjo la noche del 3 de Mayo, fueron fusilados muy cerca de este cementerio.

El tres de mayo se produce el fusilamiento de estos represaliados. Murat da la orden de que sus cadáveres sean apilados en forma de pirámide y no pueden ser tocados hasta que él lo autorice. El día 12 de Mayo  un capataz de obra que está trabajando en la finca de La Florida ve los cadáveres y pide autorización a palacio para retirar esos cadáveres y traerlos a este cementerio, y se le autoriza. Por eso acabaron enterrados en este cementerio, no fue hecho expresamente para ellos como apunta algún dato erróneo.

El cementerio tiene más de 300 cadáveres enterrados, aunque hay una cripta en la que están exclusivamente enterrados los 43 fusilados. Delas otras sepulturas no hay restos físicos y visibles.   De los cuarenta y tres, sólo se conocía con seguridad el nombre de diecinueve hasta que en 2008 fueron identificados otros diez más por el historiador Luis Miguel Aparisi; todos ellos figuran en una nueva lápida inaugurada en este año.

El nombre delos fusilados reconocidos:

  1. Manuel Antolín Ferrer, natural del Buen Retiro, de 21 años, el más joven de los fusilados. Su hermano Santos, era jardinero del Real Sitio de La Florida.
  2. Francisco Gallego y Dávila, presbítero y natural de Valdemoro, sacristán segundo del convento de la Encarnación, ejecutado por orden directa de Murat. Detenido tras hallársele una espada, es el único identíficado en el cuadro de Goya; corresponde al fraile con tonsura y hábito gris.
  3. Domingo Braña y Calbín, mozo de tabaco en la Real Aduana de Madrid. Casado y con dos hijos, defendió el Hospital de la Corte y fue detenido al hallar un sable en su poder.
  4. Bernardo Morales, maestro cerrajero.
  5. Francisco Escobar y Molina, maestro de coches.
  6. Rafael Canedo, natural de CamponarayaEl Bierzo y que se enfrentó en la Puerta del Sol a los mamelucos navaja en mano.
  7. Antonio Mazías Gamazo, de 66 años, el mayor de los fusilados, natural de Pedrosa del Rey. Viudo, residía en el número 12, piso segundo, de la calle de Toledo, esquina a la del Burro.
  8. Antonio Zambrano y Zambrano, natural de la La Vecilla, provincia de León. Vivía en la calle San José, en el número 6.
  9. Domingo Méndez.
  10. José Amador.
  11. Fernando Madrid, oficial de carpintería.
  12. José Reyes Magro.
  13. Antonio Méndez Villamil.
  14. Manuel Rubio. Estos siete últimos eran albañiles que trabajaban en la restauración de la iglesia de Santiago y que se enfrentaron como una milicia organizada a un batallón de soldados polacos que entraron en el templo, arrojándoles ladrillos y piedras hasta que fueron capturados. Dos de ellos murieron allí mismo y los demás fueron posteriormente fusilados.
  15. Martín de Ruizcabado, de unos 30 años, natural de la provincia de Santander y de profesión cantero en el Real Sitio de La Florida.
  16. Francisco Sánchez Navarro, escribano real.
  17. José de Lanet y Riesgo. Recién licenciado del ejército, casado y con un hijo de ocho años, era dueño de una mercería, o según otras fuentes de una tienda de aceites y vinagres, en la plaza de Santo Domingo. Luchó en la calle de la Inquisición, donde le hicieron prisionero.
  18. Manuel García, soldado miembro de los Voluntarios del Estado que había participado en la defensa del Parque de Artillería de Monteleón a las órdenes del teniente Pedro Ruíz. Fue el único de entre los 43 fusilados que era militar.
  19. Anselmo Ramírez de Arellano y Díez de Belmonte. Natural de Daimiel, empleado del Resguardo de la Real Hacienda. Su mujer estaba embarazada de su tercer hijo.
  20. Juan Antonio Serapio Lorenzo.
  21. Antonio Martínez. Estos dos últimos compañeros de trabajo de Ramírez de Arellano.
  22. Gabriel López.
  23. José Rodríguez, dueño de una botillería situada en la Carrera de San Jerónimo.
  24. Julián Tejedor de la Torre, de 41 años. Platero cuya tienda estaba situada en la calle de Atocha.
  25. Lorenzo Domínguez, guarnicionero cuyo comercio estaba en la Plazuela de Matute. Estos tres últimos lucharon con sus pistolas en la explanada frente al Palacio Real y fuero capturados en la Plaza Mayor.
  26. Juan Antonio Alises. Natural de Villarrubia de los Ojos, era el palafrenero del infante Don Carlos y tenía una hija de cinco años.
  27. Miguel Gómez Morales, oficial jubilado de embajadas. Luchó frente al Palacio Real.
  28. Francisco Bermúdez y López de Labiano. Natural de Segovia, era ayuda de Cámara de Palacio y hermano del organista de campanillas del Monasterio de El Escorial. Casado, con domicilio en la calle de San Bernardo, donde estuvo luchando hasta que fue detenido.
  29. Juan Antonio Martínez del Álamo. Aunque no está totalmente identificado, existe documentación que permitiría incluir entre las víctimas.

(datos de la Wikipedia)

Además, en el cementerio hay una placa conmemorativa dedicada a Sor Marta, una monja francesa que ayudó a 600 militares españoles presos a Besançon, donde ella realizaba sus obras de caridad visitando a presos; ella cuida de los enfermos t¡y les proveé de sus necesidades más urgentes; cuando los prisioneros tenían que hacer alguna reclamación al comandante de la plaza, ella les hace de intérprete, y gracias a la gran consideración que se tenía hacia su persona, sus solicitudes solían ser llevadas a cabo.

Podéis leer más de su historia aquí

También hay una placa conmemorativa al General Espartero, el Príncipe de Vergara, también conocido como el “pacificador de España” por el pueblo y protector y defensor de esta orden de milicianos.

Este cementerio abre sus puertas el 2 y 3 de Mayo el día entero y los sábados de los meses de Mayo y Junio de 10h a 13h.

Paloma Contreras

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