A extramuros de la localidad y rodeado por monte bajo encontramos el cementerio de Los Molinos.
Su planta rectangular se encuentra cercada por un sencillo muro enfoscado y encalado sólo roto por la portada del cementerio. El portón de entrada es de sencilla factura realizado y se ubica bajo un arco de medio punto, el conjunto se remata con tejado a dos aguas y una recia cruz de forja.
Dentro se van distribuyendo las inhumaciones, algunos de los primeros enterramientos presentan pesadas losas de piedra y en algunos de ellos grabados en la propia piedra se aprecian algunos símbolos funerarios como las coronas florales.
Las tumbas más contemporáneas sin embargo presentan materiales como el granito o el mármol, de casi todas ellas emergen una recia cruz latina realizada en el mismo material.
Las agrupaciones de nichos se ubican en un lado del cementerio de Los Molinos, son sencillas edificaciones que no siguen un patrón establecido. Su planta rectangular se remata en tejado a dos aguas, su estructura alberga cuatro cuerpos por hilera. Sus elementos de ornato más significativos son las pequeñas losas que cubren la oquedad.

Fotografías cedidas por Carlos Caballero: La Broma Negra. 

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