Murieron con las botas puestas

Durante el siglo XIX, sobre todo en la zona Oeste de los Estados Unidos, se denominó con el nombre de “Boot Hill” a muchos de sus cementerios. Este nombre les viene, como ya podréis imaginar, porque en ellos fueron enterrados muchos hombres que murieron “con las botas puestas”. Aunque hay varios en todo Estados Unidos con esa denominación, os hemos traído los más interesantes:

Boot Hill Cemetery, Hays, Kansas

El primer cementerio al que se le puso este nombre fue al de Hays, en Kansas. Cuando se fundó la población, en 1867, se utilizó una colina cercana para realizar los primeros enterramientos. Aunque Hays City es conocida por ser una ciudad bastante violenta en aquella época, la primera muerte se produjo por la patada de una mula a un hombre en la cabeza, el 5 de noviembre de 1867. El último entierro registrado fue el 9 de noviembre de 1874 y en las aproximadamente 100 tumbas que lo conformaban estaban enterrados pistoleros, mafiosos, alcohólicos, suicidas y gente asesinada por conflictos raciales.

Boot Hill Cemetery, Tombstone, Arizona

En Tombstone, Arizona, también se creó un cementerio con el nombre de Boot Hill (suponemos que para no ser redundantes) en 1878. Con unas 250 tumbas, tal fue su actividad que se clausuró en 1883 por falta de espacio. Fue restaurado en la década de 1940, y actualmente es uno de los puntos turísticos de la ciudad, ya que en él están enterrados algunos asesinados en el tiroteo de OK Corral o los autores de la masacre de Bisbee (mataron a 4 hombres y una mujer embarazada en un atraco fallido y fueron condenados a muerte por asesinato)

Boot Hill Cemetery, Dodge City, Kansas

También en Dodge City, Kansas, utilizan su cementerio como reclamo para turistas desde principios del siglo XX. Se creó en 1872, después del asesinato de una persona sin dinero. Un grupo de hombres lo llevó hasta la colina a las afueras de la ciudad, descubriendo así que era una zona de enterramiento ideal. No había nadie famoso o conocido, solo muertes “repentinas” , por lo que se le dio el sobrenombre de Boot Hill por los motivos ya mencionados.

En 1878 se consideró que la colina, por su punto estratégico, era demasiado buena para ser usada como cementerio de pobres, así que estos fueron trasladados en su gran mayoría, a otra ubicación. Sobre la colina se construye una escuela, y a veces los niños encuentran huesos en el patio.

Hacia 1928, el Ayuntamiento de la ciudad decide recuperar y explotar el cementerio, y varios empresarios montan carros para vender curiosidades. En 1932, al dentista local se le ocurre la idea de crear botas y caras de cemento para adornar el viejo cementerio, y años más tarde se crea el Boot Hill Museum, donde actualmente se pueden leer las historias de las personas que fueron allí enterradas además de pasear entre los marcadores de sus tumbas.

Boot Hill Cemetery, The Pioche, Nevada

En Nevada encontramos quizás uno de los más sanguinarios de los cementerios bajo este nombre. Pongámonos en contexto: en El Pioche, la zona donde está ubicado, existía una mina de plata. Solo los más fuertes, o los más rápidos con la pistola, sobrevivían. En una noche de rebelión minera, se asesinaron a más de 72 personas, tiñendo las calles del pueblo completamente de rojo.

En el cementerio además hay marcadas una centena de tumbas de asesinos que describen el crimen y la causa de su muerte: “Morgan Courtney: Temido por algunos, respetado por unos pocos, detestado por otros. Disparado cinco veces por la espalda en una emboscada” o “John B. Lynch: Un disparo durante una disputa por un perro”

Paloma Contreras

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