Rito funerario masai

El pueblo masai es un grupo seminómada que vive a lo largo de la frontera entre Kenia y Tanzania. De gran tradición patriarcal, el ganado y la crianza de los hijos son los dos pilares básicos de su forma de vida.

En cuanto a la religión, los masai son monoteístas. Creen en el dios Enkai o Engai como ser supremo, y nadie puede llevar su nombre. Este dios puede tener dos formas: Engai Narok, que es el dios negro, bueno y benevolente, y como Engai Na- nyokie (Engooki) , que es un dios rojo y vengativo que muestra la ira de dios. O diosa, porque según sus oraciones, puede tener ambas formas.

Para los masai, la muerte no encierra detrás otra vida. Una vez que te mueres, se acaba. Pero todos tus pecados y tu forma de haberte comportado en la vida pasan a formar parte de tu familia.

En el caso de que el padre de la familia sea el que va a morir, se realiza un pequeño ritual conocido como “El cofre del Padre”. Se lleva a cabo justo antes de que fallezca, haciendo que todos los hijos se reúnan con él en sus últimos días. No acudir a casa en este momento provocaría que el Engooki entrara en la familia.

Durante este tiempo de unión se reparte la herencia, que suele ser ganado, de forma que ningún miembro de la familia se quede sin su parte. Además, los demás hijos ceden al primogénito parte de esta herencia recibida para ahuyentar que el engooki se instale en su vida y pueda llevarse las pertenencias familiares heredadas.

Al no creer en la vida después de la muerte, su tradición de enterramiento (que no es tal) es muy sencilla. Al estilo de los budistas, en este caso los masais impregnan el cuerpo del fallecido en grasa y sangre de buey para que sean los animales carroñeros quienes hagan desaparecer el cuerpo. Eso sí, es muy importante el tiempo que tardan en comérselo: si lo hacen en las primeras 24 horas, el difunto era buena persona y estaba libre de pecados. Si es en las 48 siguientes, entonces el cuerpo estaría cargado de engooki que podría adherirse a su familia.

Esta manera de actuar del pueblo masai ante las defunciones tiene explicaciones muy lógicas: no creen en la vida después de la muerte y son un pueblo nómada, no necesitan cementerios que recuerden físicamente a sus difuntos; además, muy inteligentemente, piensan que el enterrar cadáveres podría traer enfermedades a las tierras y el agua, su medio de supervivencia.

 

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