El Cementerio de Cascais se encuentra integrado en la ciudad (tanto que comparte parking con un Lidl) por lo que es fácil pasárselo si no se está muy atento. Es un cementerio de planta rectangular, presidido por una capilla de estilo colonial portugués. Está dividido claramente en dos zonas, una dedicada a los panteones familiares que por la disposición pueden recordar a las calles de Pere Lachaise, y otra zona más moderna en la que las características tumbas de mármol o piedra blancas portuguesas pueblan el suelo.
En este cementerio además encontramos diferentes homenajes y sepulturas a los combatientes por Portugal en sus guerras. «Que reposen unidos por la paz los que unidos lucharon en la guerra».
Como nota curiosa, en este cementerio estuvo enterrado el infante Alfonso de Borbón, tío del actual rey, hasta 1992, que fue trasladado a El Escorial y enterrado en el pabellón de infantes.
Merece la pena darse una vuelta por allí antes de acercarse a la Boca del Diablo 🙂
