Cementerio de Poggioreale, Nápoles

El actual cementerio de Poggioreale se encuentra en un enclave importante de la ciudad destinada a los cementerios; desde los inicios de la ciudad, aquí se encuentra la puerta de entrada a la ciudad llamada Capuana, una de las más bellas y esplendorosas en su momento. Aquí se situó el pesaje de las aduanas, y a finales del siglo XVII la creación de la cárcel y el cementerio hicieron que todo el esplendor ducal de la zona se perdiera y se convirtiera en una zona “triste” de la ciudad. 

Desde un principio en la ciudad se planteó tener alejados los cementerios del centro urbano, así que en 1837 se empezó a construir este cementerio en las colinas de Poggioreale, pese a que como ya hemos dicho, la zona estaba ya destinada a ello desde siglos atrás. De hecho, a su alrededor se fueron construyendo otros cementerios que al final acabaron aglutinados en este.

El cementerio de Poggioreale tal y como lo conocemos hoy está dividido en dos partes por la Via Santa María del Pianto;, a un lado queda el monumental y más antiguo y en la parte superior el cementerio nuevo, separados por una avenida. 

En este cementerio nuevo encontramos principalmente panteones de corte bastante moderno y con simbología funeraria mucho más moderna de finales del siglo XX y principios del XXI. De este cementerio llama la atención que sus moradores son bastante jóvenes, y en su gran mayoría han sido gente asesinada por lo que el cementerio en sí transmite mucho dolor y sobriedad por encima de cualquier cementerio que hemos visitado hasta ahora. No es ningún secreto que Nápoles es una de las ciudades más peligrosas de Europa y que las rencillas entre las familias que lo habitan suelen ser constantes; como nota curiosa, los asesinos al no poder ser sepultados en terreno consagrado por saltarse uno de los mandamientos más importantes, suelen enterrarse en el cementerio de Secondigliano, dentro del propio barrio con el mismo nombre. 

 

El cementerio monumental es diseñado en 1812 pero por las guerras napoleónicas los trabajos no se reanudan hasta 1821, siendo consagrado en 1837. Sigue la estructura de Pere Lachaise, buscando el poder aprovechar las colinas que conforman el cementerio. 

Su parte principal está diseñada como casi todos los cementerios monumentales italianos, con un pórtico de varias columnas y una plaza central, cuadrada o rectangular; bajo los pórticos, las capillas de las familias más importantes de la ciudad y de los clérigos.  El resto de familias adineradas, según fue creciendo el cementerio, colocaron sus mausoleos y panteones en las zonas colindantes hasta que en 1936 se creó el cementerio Nuevo. 

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