El cementerio parroquial de Móstoles es de esos claros ejemplos en los que el crecimiento de la población a través de los siglos convierte páramos en zonas urbanas, ya que actualmente se encuentra en el centro de la población, cuando en su momento estaría alejado del núcleo urbano como así mandaban las ordenanzas.

Este cementerio pertenece a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XI y en la que se encuentra la sepultura del alcalde de Móstoles que inició la revuelta contra los franceses, Andrés Torrejón.

De planta rectangular, el cementerio parroquial de Móstoles está delimitado por un muro encalado en blanco, y se accede a través de él por una puerta de verja negra. Al estar integrado completamente en la población no es posible realizar ninguna ampliación más.

En él encontramos sepulturas de diferentes épocas, desde las cruces de hierro de principios de siglo XX, las sepulturas de piedra de mediados de siglo, hasta las sepulturas más modernas y prácticas de granito más actuales.

Casi todas las tumbas son a tierra, y destacables tres panteones familiares. También podemos disfrutar de la sombra centenaria de cipreses y otros árboles, que convierten este pequeño cementerio en un auténtico remanso de paz frente al ajetreo que tiene de puertas para afuera,

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