¿Dónde está enterrado Michael Ende?

Poca presentación necesita nuestro personaje de hoy. Si sabes leer, es casi improbable que alguna de sus novelas infantiles no hayan caído en tus manos.

Nacido en Garmisch, Alemania, en 1929, Michael Ende se crió en una familia de artistas, ya que su padre era pintor surrealista. Viendo sus cuadros, es fácil descubrir dónde se forjaron las historias fantásticas que surgieron de la mente de Michael.

No le gustaba nada el colegio. Para él cada día era una tortura, que le provocaba miedo y ansiedad. En 1941, su padre es llamado a filas y él debería haber entrado en las juventudes hitlerianas, pero consiguió evitarlo apuntándose a clases de equitación.

Uno de sus peores recuerdos fueron los bombardeos de Munich y Hamburgo, que consiguió paliar a través de la poesía. Porque aunque lo conozcamos por sus obras infantiles, Michael Ende escribió tanto poesía como cuentos para adultos.

En el último año de guerra es requerido para unirse al ejército nazi, pero hace caso omiso y se va con su madre a Munich, donde conoce el movimiento de libertad de acción de Baviera, para el que trabaja como mensajero.

Pero a Michael la guerra le marca lo suficiente como para crear en él un estado de pesimismo constante.

Vuelve a la escuela en 1946, pero solo durante un año, ya que tiene la oportunidad de ingresar en la Escuela Waldorf en Stuttgart. Allí se interesa por la filosofía, y encuentra su inspiración en Aleister Crowley y Kirkeegard entre otros. Une filosofía y arte en la búsqueda de su propia paz interior, aunque en sus primeras obras sólo consigue plasmar sus terribles pensamientos.

En 1948 publica su primer soneto, Los Malabaristas, y con el dinero que le dan, se compra una guitarra que aprende a tocar para ponerle música a sus propios poemas y canciones. Pero lo que Michael quería era escribir teatro. Y lo consiguió, becado, durante dos años; como actor es pésimo, pero le sirve para aprender sobre el teatro clásico y moderno, además de conocer la obra de Brecht, que le fascina hasta que le conoce, siendo este un tipo arrogante y mezquino, Michael lo repudia.

Mientras, su padre los abandona y se marcha a vivir con una estudiante de la escuela de arte de Munich. Ahora Michael es el sustento de su casa; su madre, deprimida por el abandono, intenta suicidarse varias veces. En esta época, pese a que debería de ser lo contrario, Michael y su padre se unen más, como cuando Michael era pequeño, y su relación es de confianza y proximidad. De hecho, a partir de este momento, sus sonetos están inspirados en los cuadros de su padre, uniendo imagen y poesía.

Poco a poco va creciendo su popularidad, y es entonces cuando se decide a escribir su primera novela, Jim Botón y Lucas el maquinista. Tarda 10 meses en escribirla, después de un largo parón porque en la página número 100 se le acaba la inspiración en un primer momento. Recuperada, la novela llega hasta las 500 páginas, y consigue con ella ganar el premio del Libro Alemán de la Juventud. A punto de desahuciarle por llevar siete meses sin pagar el alquiler, recibe como dote de este premio 5.000 marcos que le libran de la miseria. Dos años más tarde publica la segunda parte, Jim Botón y los Trece Saalvajes, que también se convierte en un éxito.

Abandona el mundo del teatro y la poesía y se centra en sus novelas fantásticas. Pese a ser lo que quiere hacer, escribir le cuesta bastante, y termina Momo seis años después de su comienzo. La Historia Interminable casi se convierte en lo que su propio nombre indica; para escribirla, cogió una caja de zapatos donde guardaba papeles con sus brainstorming y sacó uno: en él hablaba de un niño que leía un libro en el que él mismo era el protagonista. Para presentárselo a su editor, no consigue escribir más que 100 páginas, y si estar nada convencido de cómo seguirá la historia. Piensa en la cubierta, en que fuese presentado como un libro de magia medieval, aunque encareciese los costes; pero la novela sigue sin fluir en su mente y eso le desespera. No es hasta un día de frío invierno, con las tuberías del agua congeladas y envuelto en mil mantas, como descubre en su mente la salida del mundo de Fantasía.

La novela es acogida en el mundo entero, traducida a 40 idiomas y recibe todos los premios habidos y por haber, en especial en su país. No está de acuerdo con la película que se hace de la novela, por lo que acaba participando activamente en el guión de Momo, de la que si está satisfecho.

En 1994 se le diagnostica un cáncer de estómago que acaba con él el 28 de Agosto de 1995.

Fue enterrado el 1 de Septiembre en el cementerio de Munich. Durante su funeral sonaron, a elección suya, el Ave Verum Corpus de Mozart y la Danza de los Espíritus Bienaventurados de Gluck. Su tumba, un libro de bronce abierto de la que emergen criaturas fantásticas es obra de Ludwing Valentin Angerer, conocido dibujante y escritor de historias fantásticas alemán.

 

 

 

Paloma Contreras

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