Supersticiones funerarias

Si hay un hecho que esté rodeado de supersticiones por todos lados, esa es la muerte. Existen miles de ellas, acerca de la muerte y los entierros. Cada cultura tiene las suyas propias, y estas a vez son contradictorias entre sí con otras culturas, pero cada una de ellas está segura de que su superchería es la correcta, claro. En cualquier caso, todas ellas tienen algo en común, y es que el vivo no muera prematuramente por algo que hace mal con el difunto.

Vamos a enumerar algunas de ellas, para que las evitéis llegado el caso, que no sea porque no os lo hemos advertido:

  • No mires a los ojos a un cadáver. Aunque ya estéis cantando que a los que no se deben mirar es a los ojos de la gente, se refiere en exclusiva a los de la gente muerta. Este acto es casi común a todas las culturas, el cerrar los ojos del difunto de manera inmediata, e incluso si es necesario mantener sus ojos apretados con monedas, piedras u otros objetos.
  • No vuelvas a casa de un funeral por el mismo camino que fuiste. En algunas culturas, el difunto siempre está buscando regresar y llevarse con él a algunos al Más Allá, así que hay que asegurarse de tomar una ruta distinta de vuelta a casa desde el cementerio o el espíritu del difunto te seguirá.

  • Los puntos cardinales. Es muy importante que el difunto vaya siempre con “los pies por delante” para que no encuentre el camino de regreso a casa. En los países cristianos, se suele enterrar con la cabeza hacia el oeste y los pies hacia el este, para que cuando Jesús regrese y los cuerpos se levanten, estén mirando todos en la dirección correcta, porque sino eso se va a convertir en un director’s cut de La Vida de Brian. Y si piensas que la persona fallecida era una buena persona, hay que enterrarlo en la parte sur del cementerio.
  • Es importante no volver “loca” a un alma y dejarla encerrada como a un hámster, así que es necesario abrir todas las puertas y ventanas de la casa donde falleció, además de dar la vuelta a todos los espejos para que no se confunda y pueda salir de la casa.

  • Nunca estrenes ropa para ir un entierro, especialmente zapatos. Tampoco vistas con tu ropa a un difunto, aunque sea ropa que ya no vas a utilizar, ya que la superstición dice que tu cuerpo se iría poniendo enfermo a la vez que el cuerpo se fuese descomponiendo. No dice nada de si en caso de incineración, entrarías en combustión espontánea, pero yo no lo probaría.

Paloma Contreras

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